Lluvia y fotos.

26 minutos me separan de mi horario de almuerzo entonces los aprovecho para pensar. Y como pienso, escribo. Por un segundo detengo mi pensamiento para agregar otro pensamiento: Alguien leerá esto que escribo? Si la respuesta es SI, avisame, contame que te parecio. Si la respuesta es NO, quiero que sepas que me tranzé a tu hermana.
En fín. Otro Viernes en la ciudad y la gente no está tan feliz porque llueve.
Yo amo la lluvia. Me parece algo re natural e increíble. Sigo sorprendido mirando por la ventana como el agua cae, como las gotas se convierten en otra cosa al tocar la tierra y como, inmediatamente después de que caiga esa gota que ya desapareció fundida en el suelo, caen otras, y otras y otras.
Me copa la lluvia. Lo aprendí mientras estuve de viaje por Europa. Me fui 30 días y me llovieron 31, asi que imaginate. Que iba a hacer? Quedarme en el hostel con ese japonés que tanto miedo me daba? No, tenía que arrancar. Y así empezó mi amor por la lluvia. La amo posta. Todo me parece mas copado con lluvia. Si salis con una mina y llueve, es como mas romántico todo. Si vas a la cancha con lluvia, en algun momento terminás en cuero revoleando la camiseta y los rulos aunque te estés re cagando de frío, agregando lágrimas propias a las del cielo.
Obvio que en muchos momentos es un bajón que te llueva, tampoco soy fundamentalista de la lluvia, pero hablo de lluvias lindas.
Ahora son 16 los minutos que me separan del Pollo relleno que está cocinando mi compañero de trabajo. El hambre me hace dar cuenta de que este Viernes será un día como todos los demás, que en algun momento va a anochecer, que voy a comer y hacer caca, que voy a llamar a mi vieja por teléfono para ver como anda y todas esas cosas que se hacen durante los días.
Pensarán que no espero nada de este Viernes, pero no, te equivocaste mono, no es tan así. Espero mucho, pero lo vivo de otra manera... te explico:
El tema es rescatarse, tratar de ver las cosas en el verdadero plano que estas tienen: REALIDAD.
De lo mas absurdo de la vida, ubico en el top five a la onda de salir cada día de tu casa con una camara de fotos. Casi todos lo hacemos, claro. La camara inflitrada en nuestro movicon, siempre lista para disparar.
Para disparar que, gil? Te podés rescatar?
Al portar esa camara, inconcientemente estamos esperando que pase algo que nos cambie la vida para siempre.
No se, cruzarte al Diego, ver dos perros cogiendo y que uno le pida un taxi al otro cuando termine, algún accidente automovilistico para los mas amarillos, un escote terrible para los mas jeropas, que se yo.
Entonces la onda es no rescatarse y salir de casa cada mañana con la camara preparada para que algo nos alegre el día y guardar esa fecha para siempre. Pero al llegar a casa a la noche nos damos cuenta de que nada pasó, de que la vida sigue igual, de que la camara del movicon no pudo congelar nada porque no nos pasó nada, porque fué un día de mierda, porque estabamos, inconcientemente esperando que algo suceda y ahí caemos en la mierda misma.
Creo que no es así. Que por mas que no hayan flashes el día puede ser muy bueno. Que lo cotidiano, rutinario, y hasta a veces aburrido de nuestros días tienen su encanto. Podemos llenarlos de música por ejemplo, o de comida.

Ahora me entendés porque trato de no esperar nada de este día? Porque prefiero vivirlo!

Si no me rescato me quedo sin pollo relleno.
Un besito para todos los que me conocen, la radio está RE BUENA.